miércoles, 1 de junio de 2016

Mata De La Cancha

Por @btomado

Los futbolistas son los roqueros de toda la gente. Los futbolistas son recipientes en los que depositamos por primera vez todas nuestras ilusiones. Son los héroes de tu papá, hermano, mamá, amigo o conocido. En ellos el grueso de la población basamos nuestra vida por vez primera y buscamos, a través de ellos, sobrellevar toda una semana de chingaderas, humillaciones y desencantos. Porque cuando llega el domingo, los futbolistas nos van a llevar, por noventa minutos, a donde siempre quisimos estar: una cancha, un balón, miles de personas y un sueldo por jugar al fútbol. Un delantero, un arquero o un mediocampista fueron para nosotros, antes que Mick, Keith, Lennon o Lemmy los primeros a los que les encomendamos nuestra vida. Los primeros que nos hicieron alucinar no con una canción o un solo de guitarra sino con un gol, una pose o una postal. Mick Jagger antes de ser Mick Jagger no vivió por un músico ni quiso ser como él; Mick quiso jugar al fútbol. Así nosotros. 
(Ojo, Nosotros los que gustamos del rock y el fútbol, porque los Otros Nosotros tendrán otra movida quizá.)
Tony Soprano dijo alguna vez que se sentía como si hubiera llegado al final de todo, como si la fiesta se estuviera terminando y ya nada de lo bueno quedara para él. Como si su generación no fuera sino la decadencia de los buenos tiempos. Así siempre me siento yo.
De los buenos jugadores, los jugadores de antes, ya ninguno queda para mirarlo cada ocho días. A pesar de lo que se pueda hablar de Messi o Cristiano, hoy vivimos huérfanos de héroes mitológicos de la cancha. Maradona, Garrincha, Cantona, Cuauhtémoc o Ronaldo no van más a una cancha de fútbol. Muchos de ellos ni siquiera pertenecieron a nuestra generación. Hubo algunos cuantos a los que alcanzamos a disfrutar en plenitud. Ahora ya no queda ningún rebelde del campo; ya no hay más nadie que salve al mundo del desesperante tedio con un balón. Nadie hace ya hazañas ni rompe las reglas. Nosotros, los de la generación huérfana, tenemos que conformarnos con buenos futbolistas, acaso extraordinarios, pero carentes de esa divinidad que sólo tuvieron los protagonistas de las míticas hazañas de los viejos tiempos. Poco carisma, muchos patrocinadores y nada de onda.
¿Viste que la mayoría de los futbolistas que admiramos llevaban el cabello largo? No sé si lo hayas pensado ya, pero mira, tan sólo recuerda algunos nombres para que lo compruebes: Maradona, Kempes, Gatti, Valderrama, Sócrates, Chinaglia, Batistuta, Burrito Ortega, Cruyff, Messi (early), Ronaldinho, Higuita, Pirlo, Hugo Sánchez, Matador Hernández, Seaman, Best, Müller, Zico y decenas más. Bueno, hasta la rata Platini llegó a tener la mata de poeta borracho.  A excepción de Cantona y algunos otros, los jugadores más interesantes de la historia cruzaron los campos del mundo mientras el viento, el sudor y uno que otro rival desaliñaba sus memorables cabelleras. Todos leyendas. Todos héroes de masas. Todos con el pelo largo. Hay una cosa, si bien ociosa, bastante divertida en hacer listas. Los Tops. Yo tengo los míos de cada cosa que me gusta; quizá sea la obsesión humana de enlistar en base a que sea uno mejor o peor. No lo sé, pero yo aquí voy a poner mi Top 10 de históricos de cabello largo:








1. Diego Armando Maradona Franco. D10s. El Pelusa. Barrilete Cósmico. Aunque desde su debut pasó por todos los cortes de cabello imaginables, el Maradona de rizos alborotados es la imagen de todo lo bueno que tiene el fútbol. Nunca nadie podrá superar su cabello, ni lo que hay dentro de su cabeza y la forma en cómo jugaba en una cancha de fútbol.






















2. Carlos Alberto Valderrama Palacio. El Pibe. La Colombia de los noventas, de la salsa y las ilusiones por conquistar Estados Unidos como ya lo estaba haciendo El Patrón Escobar se basaron mucho en los pies y los rizos de oro de Valderrama. Como dice la canción, en Colombia no hubo un niño que no soñó ser como él. Con El Pibe todo bien, todo bien.













3. Gabriel Omar Batistuta. Este muchacho incluso rankea alto en los mejores apodos para un jugador: Batigol. Asesino de las redes; pura violencia para definir. En Italia un Dios, en Argentina verdugo de todos. Cabello largo, por supuesto.

(Ve aquí el gol que le hace a México en el 93; vergüenza me da incluso. Míralo a Ramón Ramírez cómo cae como mosca, de Chiv*s tenía que ser.) https://youtu.be/qMPFmk88-NM















4. Johan Cruyff. El Flaco. The Flying Dutchman. Los holandeses se ganaron el respeto de todos por haber revolucionado el fútbol a partir de los sesentas.  El comandante de la rebelión fue Cruyff, abuelito del Barcelona y rey sin corona del mundo. Innegablemente beatle su corte.

















5. George Best. The Belfast Boy. The Fifht Beatle. The Best. El bueno de Georgie además de romperla en cuanto campo de Inglaterra se presentara en los sesentas, le encantaba la fiesta, las mujeres y el alcohol. A este británico melenudo le debemos frases, que más que declaraciones, son filosofías de vida tales como: “Si yo hubiera nacido feo ustedes nunca hubieran oído hablar de Pelé”, “En 1969 dejé las mujeres y la bebida, pero fueron los peores veinte minutos de mi vida”; o la legendaria “Gasté mucho dinero en licor, mujeres y carros de carreras. El resto lo desperdicié". Ídolo.























6. Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira. La democracia corintiana, hermanos. Su sueño era morir un domingo en que Corinthians saliera campeón. Y lo cumplió. Uno de mis jugadores favoritos de toda la historia.


























7. Germán Adrián Ramón Burgos. El Mono. Arquero y rolinga del River de Ramón de los noventas. Campeón de todo. El Richard Tex Tex real. Toda persona de bien debería de amar al Mono. Y a su banda.



















8. David Andrew Seaman.  Spunky. Otro arquero, esta vez del otro lado del charco allá donde se inventó el fútbol. A este lo recuerdo por ser el único que le plantó cara a los sádicos disparos del Batigol en el mundial del 98. Una cola de caballo y playera fajada; zapatos negros y bigote de lord inglés es lo que distinguía a este arquero. Malo como todos los guardametas ingleses de la historia, pero con una imagen única. Pete Doherty seguramente lo habrá insultado más de alguna vez cuando jugaba para el QPR.





















9. Giorgio Chinaglia. Long John. El 9 y líder del vestidor de la Lazio recontra fascista de principios de los setentas. Violento, altanero, fascista y gángster. Hizo llorar a Pelé en Nueva York y fue el jefe en un equipo que tuvo a Beckenbauer y O Rei en el campo. Una preciosidad de personaje. Él también llevó el cabello largo.


Revista Un Caño - El Tony Soprano del fútbol
















10. Mario Alberto Kempes. El Matador. 
Héroe del mundial del 78, gloria Canalla y campeón con River. De piernas largas como carretera, medias bajas y melena al viento, Kempes fue capaz de guiar al seleccionado nacional de su país y vencer a la Naranja Mecánica. Después de él, miles de delanteros sudamericanos buscaron igualarse a él en la pinta, pero les faltó la habilidad de sus piernas. Como el guitarra de Stillwater, pero mucho mejor.









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