jueves, 11 de enero de 2018

El dia que conocí a: Viv And The Sect




N O   T E N G O  M I E D O


Esta historia comienza en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Corría el año de 2016, a principio de noviembre, lo recuerdo porque mares de gente esperaban por el primer desfile de Día de Muertos en la ciudad, el Zócalo estaba a punto de estallar, mucho bullicio, mucho de todo por todos lados. Una onda gruesa ese día.

Mi misión era llegar hasta el Pasaje Catedral, ubicado en República de Guatemala número 10, un lugar siniestro y a la vez hipnótico, no te miento puedes pasar minutos contemplando las vitrinas, supongo que solo es la primera vez que uno pasa por ahí, con el tiempo esos sentimientos se apagan y pasas como si nada. No sé cuantos pisos tenga este complejo, pero la planta baja está llena de figurines y arte sacro, desde San Judas Tadeo hasta el mismísimo Jesús Cristo están en exhibición, si un día tienes tiempo date. Toda la crema y nata del catolicismo anda por ahí.

Yo iba al segundo piso donde se ubicaba la Discodromo Record Shop, en aquel entonces se llamaba Chez Nobody records, como sea, la misión real era tirarle unas fotos a Viv and The Sect una banda de Garage y Psicodelia originaria de la Ciudad de México. También pretendía hacerles una entrevista, pero con las fotos ya era ganancia, aquel día los Viv estaban de manteles largos, presentaban en sociedad su álbum This Will Pass.













B L E S E R O N E


Nunca había ido a la tienda, ni siquiera sabía que había algo más allá de la planta baja y sus santitos, me pareció un buen detalle el contraste entre lo religioso y el Rock, algo que solo vería en un guión de José Agustín, tal vez.

Cuando llegue al lugar ya estaba algo lleno, todos los asistentes desconocidos para mí pero conocidos entre ellos, lo más importante estaba ahí, esta banda nunca ha ido sola en el viaje y traen una buena pandilla que los apoya, me dio gusto ver algo así de primer momento. Había mucha camaradería en el ambiente, mucha emoción y festividad.

Una de las paredes de la tienda en donde usualmente se exhiben discos de todo tipo ahora solo tenía colgados los viniles de Viv and The Sect, las demás paredes y rincones de la tienda estaban decorados con parafernalia del rock and roll en su mayoría, el improvisado escenario tenía colocadas cuidadosamente unas cajas de Get Hip Recordings acompañando los instrumentos de la banda. Todo era una serie de pequeños e involuntarios detalles que lograron crear casi casi una cinematográfica atmósfera.










W A S T I N G  M Y  M I N D


Yo era el intruso en la tienda. Como en la película de Casi Famosos, mi papel era ser William Miller aka The Enemy y por supuesto el papel de los viv era ser Stillwater, para mi mala suerte no había Band Aids, o tal vez si, pero esa ya es otra historia.
Después de divagar con eso en mi cabeza vi una cara conocida, era mi compadre el Aleph Aguilar quien además de ser el dueño del Discodromo es el guitarrista de Viv and The Sect, un guitarrista con todas las de la ley como quien dice, no por nada en los barrios bajos se le conoce como El Escultor.

El ya sabía que yo iba, le pedí que me reuniera a sus chavos para entrevistarlos y ese día se presto para hacerlo.
En ese momento solo me presento con  Zerge Herrera -este chavillo no era el mismo que aparece en el disco, a menos que se haya cortado el pelo, pero no lo creo, debe de ser su nuevo vocalista- pensé yo. 

Zerge no es el vocalista originario, pero como si lo fuera. El tipo sabe hacerla de a frontman bastante bien y no con cualquiera se logra algo así, es evidente la química que existe entre todo el grupo, yo soy fan a muerte de la alineación actual. 
Curiosamente ese día también estaba John Moss, quien fue el primer vocal y guitarra del grupo, todavía grabó el disco con Viv and The Sect, la vida lo llevo a otros lares pero esa ya es otra historia.











B L U E S  D A Y S

El rato de pláticas y formalismos entre conocidos terminó y los Vivianos empezarían pronto a tocar. Ahí estaba el Rho Moran, encargado de hacerle las baterías al grupo, con su cervecita en mano acomodandole un trapo o algo a la tarola, Zerge en una silla con su acústica, Aleph cuidadosamente recargado en las cajas de Get Hip y John por ahí danzoneando con micrófono en mano. 

Todavía no estaban completos para ese momento, faltaban Waco Fuzz en el órgano y Mario Anguiano el bajista, quien en ese momento era mi integrante favorito, siempre pensé que es como una especie de John Entwistle, leve tampoco se emocionen.
Eventualmente llegaria Waco pero Mario jamás estuvo ahí, una lastima. 
Esta era la primera vez en mi vida que podía verlos. 

Se aventaron un set acústico que incluyó algunos temas del álbum y dos canciones que no están en el disco, ni existen en ningún formato más que en el digital, si se dan una vuelta por el Bandcamp de la banda, los encontrarán. estos dos temitas de los que les hablo están cantados en español y a mi parecer son unas auténticas joyitas. Sigo esperando por el día en que los saquen en uno de 45rpm, pido mucho yo ¿vea’?

Obviamente cai enamorada de esta banda, esta hecha apenas para mi, tiene todo lo que me gusta de la música. Guitarras, gritos, baile, sangre en las venas, pues. Tendrías que verlos en vivo para saber de que te hablo o escuchar el disco.

Si, logré capturar algunas fotografías, que jamás pude publicar porque estaban terribles, son todas estas que aprecian a lo largo de esta historia, me sentía limitada porque tenía mas ganas de ponerme a bailar con los demás y no de hacer fotos, pero eso no es pretexto ¿vea'? ya estoy en vías de contratarme un fotógrafo, pendientes todos.  No hice la entrevista, ni siquiera lo intenté. Para cuando terminaron de tocar ya había mucha gente conviviendo entre si, demasiado diría yo, ya era evidente quien era el enemigo ahí, estaba yo aplastada en la puerta de la tienda, enfrentando una batalla interna "¿los entrevisto o ya me voy?" tardé como diez minutos así hasta que le vi intenciones a toda la banda de alcoholizarse y cerrar la tienda, ¿qué hice yo? así es, irme lejos. 








I ' M  D O I N G  G R E A T


No sé exactamente cuantos discos se vendieron aquel día, pero si se agotaron en el transcurso de los meses. El mío llegó a mis manos casi un año después, aquel día del estreno no tenía ni en qué caerme muerta, como dicen por ahí. Y cuando tuve ya estaba agotadísimo, me contaba Aleph que ni él había alcanzado. Hasta finales de 2017 me conseguí una de las 100 copias en color morado, un triunfo aquello.

El disco es una chulada, de pe a pa, la portada ilustra a la perfección el sonido de Viv and the Sect. La fotografía es del también mexa David Barajas y el diseño de la bella Vikki Vaden. Lo que más me gusta es que en la contraportada hasta abajo de todos los datos técnicos y demás, Esta escrito un agradecimiento de la banda para todos y cada uno de los que apoyaron y creyeron en ellos, en su momento me hizo pensar que es un disco que trae mucho amor y entrega hasta el más mínimo de sus detalles. Y si es así.

Me enteré que pocos meses después del lanzamiento del disco, la secta conquistó Europa. En abril de 2017 Viv and The Sect tuvo ocho fechas de conciertos en España e incluso tocaron dos veces en un mismo día, fue un éxito rotundo. Para muchos acá en la Ciudad de México este tipo de situaciones son un orgullo. Atestiguar lo rápido que avanzaron estos tipos y que lleven a otras latitudes la manera de ejercer el Rock N’ Roll en México. Como cereza del pastel se aventaron una presentación en el festival Hipsville en UK, una oportunidad única y muy buena, no cualquiera va a tocar allá, ojo aquí. Y aunque originalmente solo iban a tocar para los ingleses una cosa lleva a la otra y zaz ocho fechas en España.

Recientemente Viv and The Sect se presentó en la primera edición del festival Hipnosis, un festival especializado y dedicado a la música Psicodélica y Garage en Mexico, contó con un lineup bárbaro, de locos. Ver a los Vivs ahí metidos en el quite fue un orgullo, felicidad, lágrimas y risas. Y si, si triunfaron y la seguirán pegando, de eso estoy segura, ahí la vemos.











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